Las torrijas son las estrellas de la Semana Santa y la Cuaresma, pero desde que era un niño, en casa las recuerdo en cualquier época del año. Son tan sencillas y gustan tanto, que se hacen siempre que hay un poco de pan duro sobrante.
Ourensano de pro y gallego de convicción. Aprecio los buenos productos, como los de esta tierra, que son la base para crear buenas y sabrosas recetas.