Entre Galicia y Suiza hay un gran hermanamiento debido a los miles de emigrantes que viajaron al país transalpino en busca de trabajo. Hoy en día aún permanecen allí muchos de ellos que vuelven por la “terriña” en cuanto pueden debido a la inevitable “morriña”.
Además de chocolate y queso, de Suiza también traen recetas típicas de la zona o cantón en el que viven, como esta que queremos compartir con vosotros y que yo he conocido gracias a una buena amiga.
Los padres de esta chica, Silvia Pardo, viven en la preciosa ciudad de Vevey, una zona del Sur del país en el cantón francés. Esta ciudad es conocida por haber sido la residencia de Charles Chaplin y por el Museo de Nestlé.
Silvia prepara estos macarrones flambeados habitualmente en su casa, siempre con gran éxito y procurando que sus padres le traigan los ingredientes de Suiza para poder cocinarlos exactamente como allí. En una visita a su cocina, hemos elaborado la receta conjuntamente y ahora la comparto con vosotros adaptándola a los productos que tenemos aquí en España.
Ingredientes:
Macarrones “Penne rigate” Barilla 500 gr.
1 cebolla pequeña
200 ml nata líquida para cocinar
200 gr. tomate triturado
150 gr. mezcla “cuatro quesos” para fundir
Puré de ajo
Condimento de albahaca y aceite
Mantequilla
Pimentón picante
Brandy o cognac (para el flambeado)
Perejil
Sal
Para 4 personas
Dificultad: fácil
Tiempo: 40 min.
Preparación de la receta
Como habéis visto en la lista de ingredientes hay algunos que normalmente no tenemos en casa, pero solventamos el problema ya que podemos conseguirlos en alguna gran superficie a hacerlos nosotros mismos.
El condimento de albahaca lo encontraréis en el formato de pequeños tarros de cristal o en tubo, los cuales ya vienen con esta hierba fresca mezclada con aceite y sal, listos para usar. En mi caso he usado el de la marca Ducros, un botecito de 90 gr, que está en cualquier supermercado.
El puré de ajo también se puede encontrar a la venta ya preparado, aunque reconozco que es más complicado el encontrarlo. Tenéis la opción de hacerlo de esta manera sencilla en casa: ponemos una cabeza de ajo sin pelar en papel de aluminio, le echamos un chorro de aceite de oliva y horneamos a 160º durante 45-50 min.
Retiramos, y sujetando por el rabito sin quemarnos cortamos transversalmente por la base. Presionamos la cabeza de ajo con el cuchillo y saldrá sin dificultad la carne con una textura similar a un puré o crema, que es lo que utilizaremos en la receta.
Una vez tenemos todos los ingredientes vamos con el paso a paso. Para este plato escogemos una cazuela plana y grande, que nos ayudará a realizar un buen flambeado.
El primer caso es cocer la pasta: ponemos a hervir abundante agua -5 litros para 500 gr.-, echamos sal al gusto y cuando vuelva a hervir añadimos los macarrones. Respetamos el tiempo que nos aconseja el fabricante, en este caso 11 minutos, escurrimos y reservamos.
En la cazuela plana, a fuego medio, echamos una nuez de mantequilla y dejamos que se disuelva. Picamos en “brunoise” (en daditos) la cebolla y la sofreimos sin que se queme. Añadimos una cucharada sopera de puré de ajo, mezclamos e incorporamos los macarrones cocidos. Removemos todo y dejamos un par de minutos para que se vayan integrando los sabores.
Momento importante, ¡apagad la campana! para el Flambeado, de otra manera podremos originar un accidente en la cocina. Usaremos brandy o cognac, que al quemarlo haremos que se evapore el alcohol y aporte al plato aroma y sabor. Rociamos la pasta con un buen chorro de brandy, dejamos que se caliente unos segundos, prendemos fuego primero en una cuchara con algo de líquido y luego lo pasamos al resto de la cazuela. Dejamos arder unos segundos y removemos hasta que se apague.
Incorporamos ahora 2 cucharadas de café del condimento de albahaca, un poco de pimentón picante (al gusto, pero sin pasarse), el perejil picado y removemos con cuidado para ir aportando estos sabores. Echamos el tomate triturado y dejamos cocinar 2-3 min.
Añadimos ahora la nata líquida, que dejaremos consumir hasta que comprobamos que está con textura cremosa.
El último toque antes de servir en la mesa, es añadir el queso, que se fundirá con el calor de los macarrones y les aportará su mezcla de sabores y su cremosidad. Hemos usado una mezcla 4 quesos ya preparada pero también podéis rallar uno o varios quesos que os gusten.
Un plato que destaca en Suiza
En muchos restaurantes de Suiza este plato es uno de los reclamos principales de su carta, contando con mucha aceptación por los comensales ya que lo elaboran delante de su mesa.
El cocinero se acerca a la mesa con una cocina portátil, con todos los ingredientes y va elaborando el paso a paso del plato mientras los comensales disfrutan del momento, sobre todo cuando se produce el espectacular flambeado de la pasta.
Cada local intenta personalizar su elaboración, llegando a ser un reto el hacerlo cada vez más sorprendente. En esta foto podéis ver como los preparan en el interior de un gran queso Parmigiano italiano.
Para que sigáis mejor el paso a paso de la receta, os lo dejo también en esta galería fotográfica: